11 enero 2007

Creacionismo y pastafaris


Hay veces en que no puedo hacer más que sorprenderme ante las ruedas de molino con las que nos quieren hacer comulgar. El otro día, no recuerdo dónde (mejor así, porque prefiero no recordarlo) leí algo a favor del creacionismo. No sé por qué aún no han aprendido lo que hay, y se empeñan en llamar a "éso" ciencia. Es más, se saltan todas las leyes de la lógica y se piensan que somos tontos.

Por otro lado, se encuentra el pastafarismo. Al menos éstos no piensan que somos tontos sino que los anteriores son unos listillos; y además tienen gracia. ¡Vivan los piratas!

¿Por qué digo que son unos listillos? Pues porque se saltan todas las normas de la lógica más elemental (no sólo las de ciencia) y pretenden demostrar que el diseño inteligente es cierto. Pongamos un ejemplo: su afán por demostrar que la teoría de la evolución de Darwin es falsa.

Dan por supuesto que si la teoría de la evolución es falsa, el diseño inteligente es verdadero. Es tan peregrino como afirmar que "o la leche es blanca o las vacas vuelan" y empeñarse en demostrar que la leche "quizá sea oscura" para que vuelen las pobres vacas (con lo tranquilas que están pastando en los prados).

Señores, seamos serios. Afirmar que un postulado no es cierto no implica la verdad de otras teorías que nada tienen que ver (afortunadamente) con la primera. Es el mismo tipo de surrealismo del que podemos reirnos en el chiste de que van dos en una moto, el de delante se llama Juan y el de atrás sabe escribir a máquina.

De momento, y aunque que les pese a estos señores, la teoría de la selección natural es la comúnmente aceptada por la comunidad científica, entre otras cosas, porque nadie ha podido demostrar que sea falsa. Nadie lo ha podido demostrar y ha tenido cientos de ataques, algunos serios y otros patéticos como es el caso, sólo comparable con el intento de ridiculizar al autor de la teoría caricaturizándolo en la etiqueta de anís del mono.

Puestos a hablar por hablar, me quedo con la opción de los pastafaris que "demuestran" (vivan las correlaciones inversas) que el calentamiento global, los terremotos y otros desastres naturales se deben a que desde 1800 se ha reducido drásticamente el número de piratas (de los que asaltan los barcos para matar gente y quedarse con el botín, no los calificados por la SGAE).

2 comentarios:

Guillermo dijo...

Está claro que aun con Internet y con todas las herramientas de distribución de información del mundo, algo falla. A la gente le resulta más fácil creer que todo ha sido hecho para nuestro disfrute y placer, que pensar que solo estamos de paso por aquí y de casualidad.

Un poco off-topic: quizás por eso vaya todo tan mal, la gente piensa que algún dios va a venir y arreglar las cosas cuando terminemos de destrozar nuestro alrededor (y no solo me refiero al medio ambiente).

Anónimo dijo...

Es que si las cosas son como Dios quiere... ¿Qué más da lo que queramos o hagamos nosotros?.

Un abrazo.