Redireccionamiento vital

Hace tiempo que no posteaba nada aquí. Quizá estoy en plena remodelación de mi vida. Algunos quizá lo achacarían a la crisis de los 40, aunque yo, modestamente no creo que sea así.

En resumidas cuentas he cambiado de trabajo y de modo de desplazarme. Desde que me compré la moto hace un mes apenas me he bajado de ella en estos días. La prueba es que en este tiempo le he hecho más de 4000. Me estoy recorriendo Aragón poco a poco, despacio, con paciencia. Con la paciencia que da la curiosidad. Quiero verlo todo pero no a toda costa; quiero ver lo que veo de verdad y no de pasada. Para ello necesito reposo, discurrir lento por la carretera para empaparme de espacio.

Podría disertar sobre millones de sensaciones que asaltan al que viaja para ver. Pero en realidad yo no quiero ver nada en especial. Disfruto el devenir del tiempo y el espacio, el continuo cambio, el fin último del viaje. Viajar para viajar. No mirar el paisaje sino ser parte de él. No atesorar momentos sino sensaciones, sentimientos. Después de muchos años he encontrado sensaciones que abandoné siendo más joven pero que sólo ahora, con la edad y el sosiego, disfruto.

El factor máquina

Hoy en el trabajo me ha llamado un cliente por "extrañas" circunstancias. Hicimos una aplicación para el control de una cash-master y la cosa salió bien. El tema es que ahora, tras sustituir un ordenador de una de las máquinas resulta que no funciona... bueno sí, pero no con esa máquina en particular. Me explico: Una máquina tenía montado un ordenador con un sistema operativo que se colgaba cada dos por tres y dejaba a la máquina parada. Se ha comprado otro ordenador, totalmente nuevo, con un nuevo sistema operativo. En el taller lo han probado con una configuración idéntica a la que tiene la máquina donde debe montarse. En el taller todo funciona a
la perfección: realiza ventas, imprime tickets, ofrece información, precios... Cuando se llega a montarlo simplemente no funciona, cuando se vuelven al taller funciona.

Una solución ha sido cambiar los enchufes de puerto, es decir, enchufar lo que estaba en el COM1 en el COM4 y al revés. Curiosamente, así, sí funciona. Es una solución curiosa y me pregunto ¿porqué una máquina se empeña en funcionar con unos puertos determinados? mientras a las otras parece darles igual. ¿Serán caprichosas también las máquinas?

Viejas tecnologías

Hace poco me encontré que algo que parecía muerto está más vivo que nunca. El Smalltalk es un lenguaje que creí el extinto precursor de mucha tecnología moderna. En realidad lo encontré de rebote, buscaba algún programa educativo para mi hija, que fuera lo suficientemente flexible para que me permitiera modificarlo y organizar la información de manera que la niña se pudiera beneficiar del aprendizaje. Encontré squeak que es una versión orientada a la educación infantil, que me puede servir para mis propósitos. Lo sorprendente es encontrar a una comunidad muy activa relacionada con esta herramienta. La comunidad de Small-land o el proyecto sobre LinEx y squeak, de la Junta de Extremadura son un ejemplo de cómo se pueden rescatar las viejas tecnologías por el bien común.

Vengo hablando de viejas tecnologías pero ¿realmente son viejas?. Sí, es posible que tengan más de 30 años pero ¿las ideas envejecen? Alan Kay en su día pensó que los ordenadores deberían ser una herramienta que ayude y colabore con el pensamiento humano. Según él, los ordenadores personales no debían ser instrumentos donde guardar información, meramente, sino donde montar simulaciones que nos ayudaran a explorar la realidad.

Ese espíritu es el que está involucrado en squeak y por tanto ha creado una herramienta poderosa, con tecnología del futuro nacida hace más de 30 años.

Una de presentaciones, que es la primera

Puede parecer tonto, pero hasta hace un rato setía un tremendo pudor por esto. Nunca se me ha ocurrido escribir nada parecido a un diario, debe ser que los "hombres" no hacen estas cursiladas. Aunque de las mujeres que conozco tampoco hay ninguna que lleve un registro de este estilo. Por otro lado, tengo la sensación que el auditorio que me prestará atención seré yo mismo y algún colega que me lea por piedad; de este hecho emana, seguramente, la decisión final de ponerme en el "candelabro".

¿Por qué voy a escribir un blog si aún no estoy seguro de a qué lo voy a dedicar? Esta es una buena pregunta. ¿Estoy siendo demasiado impulsivo como otras muchas veces? Pues, seguramente, sí. Sin embargo, espero mantener la costancia. Informar de esos pequeños logros diarios que nos sirven para colgarnos "medallitas" o de esas pateletas de frustrado ciudadano. No espero escribir con estilo, pues no lo tengo, pero al menos espero hacerlo correctamente. Tampoco pretendo ser salvador de nadie ni guardián de nada y por tanto no creo ser capaz de escribir enconadas defensas de cosa alguna. De lo único que me siento capaz es de escribir mi opinión, mi equivocada y mutable opinión, tan respetable como las erradas y cambiantes opiniones de mis prójimos. Así pues, si en alguna ocasión te sientes ofendido por lo que yo pueda escribir no pienses que lo hago a propósito, simplemente es que pensamos distinto. Si alguna vez me equivoco al proporcionar un dato te agradeceré que me corrijas, pero no me insultes por ello.

Es inevitable que alguna vez mi opinión será acertada, seguro que esto sucede de vez en cuando aunque sea sólo por probabilidad estadística. Al menos, en esas ocasiones sentiré que soy (muy) (muy pero que muy) inteligente. Procuraré que sea un sentimiento íntimo, pues en la mayoría de los casos, la única manera que tengo de parecer inteligente es mantener la boca cerrada.

A los que lean esto les mando un abrazo: ¡ya nos veremos en otro sitio! Si reincides en leer mi blog... no sabes lo que estás haciendo, ¡insensato!.