
Detrás de los cristales
rotos.
Detrás del fuego
que destruye.
Detrás de la ceniza
que lo tizna todo
de azul sucio.
¡Tan sucio!
Después del Horror más execrable
inventado por
los hombres…
Tan sólo nos queda…
mirarnos,
a través
de la desnuda inocencia
de los niños.
1 comentario:
Simplemente, muchas veces habría que ver el mundo con los ojos de un niño para evitar muchos problemas que los adultos por "tontos" nos buscamos.
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